Continuamos
con este tema, suspendido en el aire por tantos y tantos meses.
Por si no leyeron la presentación de la serie en una de las (muy antiguas) entradas pasadas, pueden echarle un ojo en este enlace:
Ahora , sin más preámbulo, pasemos a los temas que me permito acercar a sus ojos y oídos en esta
ocasión:
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Tema: Bed of
Roses
Intérprete: Bon Jovi
Categoría: Las Clásicas
Reseña:
Cuando Bon Jovi creó esta canción, estaba en un Table Dance. Yo digo. Y si no lo estuvo, debió haber estado ahí. En serio.
Cuando Bon Jovi creó esta canción, estaba en un Table Dance. Yo digo. Y si no lo estuvo, debió haber estado ahí. En serio.
Todo caballero
que ha acudido dos veces a un Table, la ha visto interpretada cuando menos una
vez. Es que es un clásico. Debo decir,
sin embargo, que no recuerdo haberla visto en muchas de las listas que revisé,
durante mi investigación inicial para el acopio de información relativa al
tema, sobre todo en las compilaciones norteamericanas. Probablemente se deba a
que la letra es ‘demasiado romántica’...
Bitch, please…
Ya dijimos que
la letra es lo menos importante. Por el contrario, la música de esta pieza
contiene la dosis perfecta de ritmo cadencioso como para agitarse coquetamente,
a la vez de contener un par de momentos ‘de fuerza’ en los que la profesional
del ramo puede lucir sus más acrobáticas habilidades acompañada de una música
más poderosa.
Damas, caballeros, la conclusión
es simple: esta es la reina de las rolas del Table. Si alguna vez la tuvieron
entre su selección de música ‘romántica’, bórrenla de ahí e inclúyanla en el
género apropiado: el del Table.
Grado de Dificultad:
Sencillo. Debe cuidarse la opción de agregar algún elemento dramático y/o acrobático
en los momentos en los que la música aumenta su fuerza.
En un mundo ideal:
Bueno, en un mundo ideal, esta sería la canción obligatoria para abrir la noche
en cualquier sitio de Table que se respete. Y contaría con toda la producción necesaria
para que, en el momento justo, la intérprete dancística se recostara sobre un
gran piano de cola (me refiero a la cola del instrumento musical) y recibiría
una lluvia de pétalos de rosas desde algún invisible sitio colocado en la parte
superior del escenario. Un cliché más gastado que ese, ninguno. Pero bello al fin.
Pero este mundo no es ideal, y ese montaje escenográfico jamás
lo he visto. Tal vez lo encontraré, en algún momento, a la mitad de cualquiera de mis sueños.
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Tema: After Dark
Intérprete: Tito
& Tarántula
Categoría: Las Clásicas
Reseña:
Está bien. Esta rola corresponde claramente (también) a aquello que llamamos: un cliché. Lo es. Por todos lados.
Está bien. Esta rola corresponde claramente (también) a aquello que llamamos: un cliché. Lo es. Por todos lados.
Si hasta este momento su memoria no
ha identificado de qué canción se trata, se la refresco. Es el tema musical que
se utilizó en la película de Robert Rodríguez, From Dusk ‘Till Dawn, durante aquella memorable escena en la que Salma
Hayek sale al escenario de un vampírico antro a bailar sensualmente, ataviada
en muy breves ropajes, y con un enorme pitón enroscado entorno a su curvilínea
anatomía. Con "un enorme pitón" me refiero a una víbora. Dicho momento marca la mejor época de la veracruzana, sin duda alguna. La veracruzana es Salma, no la víbora.
En fin. Después del tierno momento que he descrito, toda la
acción se sale de control, los que son vampiros se convierten en vampiros
y, bueno, Salma también resulta ser un engendro vampírico, por lo que termina muriendo de forma horrible, como
debe morir todo vampiro que se respete.
Más allá de esta parafernalia de sangre, estacas, fuego y gritos acolmillados, la canción
cuenta con lo necesario para entrar en este listado: es cadenciosa,
cachonda y cuenta con fases de crescendo
que permiten, tanto a la ejecutante como al espectador, sobresaltarse lo
necesario como para no caer en el aburrimiento.
Nunca he sabido si ‘Tito &
Tarántula’ son una banda existente y aún en funciones, o si fue una de esas
agrupaciones musicales que Rodríguez y Tarantino manufacturan ex profeso para algunas de sus películas.
Lo que sí sé es que la canción,
la única que le conozco a dicho dueto, grupo, sonora o lo que sea, les salió lo suficientemente bien como para ser
recordada. Cuando menos, por mí.
Grado de Dificultad:
Sencillo. Usted ya cuenta con la película, así que simplemente puede imitarla
un poco e innovar otro tanto.
En un mundo ideal:
En un mundo ideal, Salma no tendría un esposo francés, podría seguir bailando esta canción, y viéndose
exactamente igual de irresistible.
Tema: Three
O’Clock Blues
Intérpretes: B.B.
King y Eric Clapton
Categoría: De los
Grandes
Reseña:
Esta es una de esas piezas de melancólico blues que erizan la piel desde la primera nota. Si usted llega escucharla y no siente como que le sobra la ropa, programe una cita con su médico, y pídale que se la arranque. La ropa.
Los ejecutantes de la pieza, no pueden tener mayor altura: no la hay. B.B. King, bueno, es B.B. King. Canta como sólo él puede hacerlo y, a la vez, manosea a Lucille (Lucille es su guitarra, para los no enterados) con esa capacidad única que el moreno de Mississippi tiene para lograr que ella grite con esa mezcla de placer y dolor que solo puede generar el blues. Como si esto no fuera suficiente, se hace acompañar por uno de los mayores monstruos de la guitarra con los que aún tiene el honor de contar la humanidad: Eric Clapton. Si en la canción quedase cualquier microscópico espacio exento de gloria que hubiesen dejado libre B.B. King y su guitarra, éste lo llena y rebosa Clapton con la propia. Notas de blues, puro, desgarrador, ardiente e inigualable.
Esta es una de esas piezas de melancólico blues que erizan la piel desde la primera nota. Si usted llega escucharla y no siente como que le sobra la ropa, programe una cita con su médico, y pídale que se la arranque. La ropa.
Los ejecutantes de la pieza, no pueden tener mayor altura: no la hay. B.B. King, bueno, es B.B. King. Canta como sólo él puede hacerlo y, a la vez, manosea a Lucille (Lucille es su guitarra, para los no enterados) con esa capacidad única que el moreno de Mississippi tiene para lograr que ella grite con esa mezcla de placer y dolor que solo puede generar el blues. Como si esto no fuera suficiente, se hace acompañar por uno de los mayores monstruos de la guitarra con los que aún tiene el honor de contar la humanidad: Eric Clapton. Si en la canción quedase cualquier microscópico espacio exento de gloria que hubiesen dejado libre B.B. King y su guitarra, éste lo llena y rebosa Clapton con la propia. Notas de blues, puro, desgarrador, ardiente e inigualable.
Fuera de esto, hay poco más que
pueda decirse de esta obra maestra. Óiganla. Ahorita. Ya.
Grado de Dificultad:
Mediano. Si bien la música y su cadencia son un verdadero monumento al
erotismo, esta es una pieza con una duración superior a los 8 minutos y medio.
Si la ejecutante no aporta creatividad a su desempeño en el escenario (o la
habitación, según sea el caso) podría conducir hasta al aburrimiento y/o al
abucheo. Pero sigue siendo una pieza digna de abordarse como reto.
En un mundo ideal:
En un mundo ideal, nadie conocería al reggaetón, ni la bachata, ni el tribal. Y lo único digno de llamarse ‘música
cachonda’ sería el blues, y tal vez alguna otra pieza selecta del jazz, funk y
swing. Pero, lamentablemente, la humanidad aún no alcanza tal nivel de refinamiento.
Tema: Temptation
Intérprete: Diana
Krall
Categoría: De los
Grandes
Reseña:
Una línea de bajo. Guitarra. Más bajo. Percusiones. Más bajo. Un piano tan sutil como una caricia de seda. Mínima instrumentación. Eso es lo que ofrece la canción. El inicio, ese bajo del que les hablo, cadencioso, no se conforma con regalarnos tan solo la base rítmica, sino que prácticamente construye la melodía desde el fondo -un fondo animal, pretérito, más allá de nuestro civilizado control de la lujuria- y prepara, no una pieza musical, sino un ambiente. Es todo un grande, ese bajista, no cabe duda. Pero...
Una línea de bajo. Guitarra. Más bajo. Percusiones. Más bajo. Un piano tan sutil como una caricia de seda. Mínima instrumentación. Eso es lo que ofrece la canción. El inicio, ese bajo del que les hablo, cadencioso, no se conforma con regalarnos tan solo la base rítmica, sino que prácticamente construye la melodía desde el fondo -un fondo animal, pretérito, más allá de nuestro civilizado control de la lujuria- y prepara, no una pieza musical, sino un ambiente. Es todo un grande, ese bajista, no cabe duda. Pero...
Pero… nada nos ha preparado para
el mejor instrumento de esta pieza musical: la voz de Diana Krall.
Varias veces lo he dicho y no me
canso de repetirlo: la voz de Diana Krall debería ser ilegal. En serio.
Desborda sensualidad, erotismo, provocación, descaro… y elegancia. Diana Krall
no canta las canciones: las va lamiendo sobre tu piel.
Una de las mejores intérpretes
vocales de nuestro tiempo con una voz grave, pero dulce y cálida. Manejada como
sólo ella sabe hacerlo.
Escuchar a una voz así, hablando acerca
de las tentaciones, con ese ritmo y esa cadencia… es un atentado fatal dirigido
a dar muerte a cualquier forma del recato.
Si usted no tiene licor para embriagarse, no se preocupe,
ponga a Diana Krall con esta canción, y no le hará falta. Lo dejará borracho,
estúpido y listo para hacer cualquier locura.
Grado de Dificultad:
Mediano. El ritmo pudiera parecer no tan claro o tan marcado como en otras
piezas musicales: es jazz, es blues, es rumba, es todo. Sin embargo, obliga a
moverse y a seducir casi de manera natural. Disfrutarla y dejarse llevar es el
mejor consejo que se me ocurre aportar.
En un mundo ideal:
En un mundo ideal, Diana Krall y esta canción serían requisito indispensable, y
obligatorio por mandato de Ley, para que sólo después de su interpretación decente se le
permitiera a cualquier fémina del planeta atreverse a llamarse ‘cantante’. Todas las
Anahís, Belindas y Nineles Condes del mundo estarían condenadas a su desaparición
inmediata de cualquier escenario. Y el mundo, entonces, sería mejor.
Tema: Cream
Intérprete:
Prince
Categoría: Joyas
perdidas
Reseña:
Bueno, Prince (o el símbolo extraño que desde hace algunos años lo representa) podrá estar tan olvidado como ustedes quieran, pero, si bien hoy en día (para algunos) carece de presencia y actualidad hay algo de lo que jamás careció: talento musical.
Bueno, Prince (o el símbolo extraño que desde hace algunos años lo representa) podrá estar tan olvidado como ustedes quieran, pero, si bien hoy en día (para algunos) carece de presencia y actualidad hay algo de lo que jamás careció: talento musical.
Este tema que traigo hasta sus ojos es un ‘funksito cachondo’, que es perfecto para
moverse con soltura por cualquier escenario, con o sin ropa puesta.
El tema tiene otra ventaja: fue
lanzado al público con su correspondiente video. En él, el intérprete aparece acompañado por dos modelos de gran belleza y parecido entre sí, que
interactuaban con él en varias muy sensuales coreografías. Por supuesto, es
aquella tan popular fantasía de: “Tú... yo... y tu hermana gemela… no sé, piénsalo.” En fin.
El caso es que los bailecitos les salieron tan bien, que Prince acabó casándose
con una de las dos muchachas.
La rola, para mi tristeza, tiene muchos años sin ser programada en ninguna estación de radio (creo) y, sin embargo, es plenamente vigente e indispensable en este humilde listado.
Búsquela, escúchela, véala y báilela. No
hay más.
Grado de Dificultad:
Sencillo. Usted ya tiene el video. Sólo revíselo y entre en el personaje que
mejor le parezca, porque hay varias y varios. Recuerde, ante todo, que el Table Dance no es una cuestión de
técnica, sino de actitud. Ahí, reside todo.
En un mundo ideal:
En un mundo ideal, Prince y su bella esposa no hubieran perdido un bebé. Después
de eso, se separaron. La carrera de El Artista, ha tenido subidas y bajadas
desde entonces. Sin embargo, sigue haciendo música, aunque ya no la escuchemos
tanto como antaño.
Tema: Inertia
Creeps.
Intérprete:
Massive Attack
Categoría: Joyas
Perdidas
Reseña:
Los primeros 47 segundos de esta pieza musical pueden asustar a cualquiera. Son una especie de 'fuga duotónica', con ritmo indetectable y difusa instrumentación, que aterrarían a cualquier persona que intentase bailarla, con fines 'teibolísticos' o no.
Los primeros 47 segundos de esta pieza musical pueden asustar a cualquiera. Son una especie de 'fuga duotónica', con ritmo indetectable y difusa instrumentación, que aterrarían a cualquier persona que intentase bailarla, con fines 'teibolísticos' o no.
Sin embargo, después de este intro de dudosa cadencia y casi nula carga
erótica, viene el cambio. Y comienza un ritmo de tambores con cadencia africana, que orilla a un contoneo casi inevitable a cualquier cadera que se precie de
serlo. Esto se acompaña de una instrumentación electrónica y una voz casi
susurrante que nos cuenta cosas sobre la inercia y el movimiento lento de algo... o alguien.
Del disco ‘Mezzanine’ de Massive
Attack, esta pieza es una de las varias que convirtieron ese álbum en una especie de leyenda de la música electrónica. Sin dejar de estar plagado de sampleos y
tonos generados por sintetizadores y secuenciadores… contribuyó a romper con el concepto de ‘música
de atari’ o de ‘rave’ que la mayoría de los grupos de electrónica tenían hasta
el momento.
Si usted la escucha y no siente
ni tantitas ganas de menear el rabo, mis condolencias.
Grado de Dificultad:
Mediano. El inicio es tan indeterminado que puede hacer caer a cualquiera en el
pánico y/o la inmovilidad. El ritmo que estalla después parece, por momentos,
algo tan primitivo que puede hacer que a usted le dé por bailar como aborigen.
Sin embargo… con un poquito de sensibilidad y calor en la sangre, es una pieza
digna de cualquier escenario, público o privado.
En un mundo ideal: En un mundo ideal, la música electrónica sería más como esta, y no como aquella de la que se ha
inundado tanto al planeta.
Y, por hoy, eso todo, amigas y amigos que leen estos renglones retorcidos, y cuya lectura agradezco de corazón. Conforme avancemos en las entregas,
iremos haciendo una ‘Lista Compilatoria’ en la que únicamente se listen las
canciones y los intérpretes, para pronta referencia, en la entrada de
presentación del presente tema, es decir, en la que se publicó la semana
pasada.
Por leer, muchas gracias. Sus comentarios y difusión, serán
siempre agradecidos.
¡ACTUALIZACIÓN!
Como de la vista (y el oído) nace el amor, dejo aquí los videos de las canciones de esta lista que me fue posible encontrar para que, si ustedes gustan, escuchen los temas que les hayan llamado la atención.
Video "Cream", de Prince <-- Esta es la liga al video de Prince, pero por alguna razón no me permite insertar directamente el video en el blog.
¡ACTUALIZACIÓN!
Como de la vista (y el oído) nace el amor, dejo aquí los videos de las canciones de esta lista que me fue posible encontrar para que, si ustedes gustan, escuchen los temas que les hayan llamado la atención.
Video "Cream", de Prince <-- Esta es la liga al video de Prince, pero por alguna razón no me permite insertar directamente el video en el blog.
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