Sin embargo, mi pecho no es bodega. Traigo una serie de cuestiones atravesadas con respecto a los 'sucesos que han conmovido a la opinión pública y el mundo magisterial' durante las últimas 5 ó 6 semanas.
Sí. Eso.
¿Otro imbécil hablando de política y los maestros? Bueno. Sí. Y no. Debo decir que durante este tiempo en el que el tema se ha convertido en asunto nacional, he escuchado muchos argumentos en pro y en contra de las acciones que han tomado, tanto los maestros como los representantes del Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo.
Y, con toda la honestidad que me cabe en el cerebro, puedo decir que no encuentro mis ideas como vinculadas a lo político, sino más bien, a lo ciudadano.
Comencemos con el asunto de las famosísimas reformas: ¿son buenas o no? La verdad, creo que son necesarias. Desde hace muchos años, de hecho, lo eran.
¿Es una "Reforma Educativa" realmente? No. No lo creo. Ataca ciertos vicios del sistema de educación, pero tiene que ver más con las condiciones laborales de sindicatos y confederaciones de maestros que POR DÉCADAS, al tiempo de tener un sueldo muy bajo y condiciones de trabajo realmente precarias, también han apoyado a líderes sindicales que han vivido en condiciones de absoluto privilegio. En serio. Dejando a un lado el asunto de la venta y herencia de plazas laborales, que es totalmente real, lo que ocurrió por siglos es que sólo por el sindicato y a través de su sagrada intervención, se podía acceder a mejores puestos, conseguir permisos o beneficios y, por supuesto, también perder el puesto.
El principal punto que yo encuentro, ha atacado esta mentada reforma, es precisamente ESE: le quitaron a los sindicatos el poder de decisión sobre sus agremiados. Hoy, nuevas instancias, no sé si más o menos corruptas que ellos, han entrado al juego. Y eso, aunque digan otra cosa, les afecta, porque pierden poder.
El argumento que, hasta el momento, NADIE ha sabido responder es: si tanto se ha dicho que 'la lucha' es por mejorar sus condiciones laborales... ¿por qué comenzaron a luchar hasta ahora si las condiciones laborales de los maestros han sido pésimas durante las últimas CUATRO O CINCO DÉCADAS? ¿Por qué, justamente, cuando se les quita la injerencia sobre la permanencia o promoción de los agremiados en sus plazas, se vuelven locos y protestan con toda su fuerza, pero... sin decir eso? He leído los discursos, desplegados periodísticos y pliegos de los maestros que protestan, y ninguno menciona el punto. Se menciona 'la lesión a sus derechos laborales' se menciona 'la privatización de la educación' se menciona 'la neoliberalización impuesta del país'... y, ninguno de esos argumentos se sustenta.
Esta falta de sustento en los argumentos me lleva a otro tema. A la falta, también, de argumentos, por parte de los priístas y de quienes se encuentran en el Gobierno Federal. Hasta la fecha, he visto puros anuncios de un guerito arrastrando niños por las paredes hasta un verdísimo e idílico campo, he escuchado discursos que hablan vagamente de lo importantes que son estas reforma pero no he visto a ningún priísta o funcionario del gobierno sacar un BUEN DESPLEGADO debatiendo punto por punto cada uno de los más sólidos que sí se han puesto en la mesa por parte de los maestros, ni desmintiendo los más desaforados y fantasiosos que han elaborado.
Sé que los argumentos existen, porque los escuché y los vi durante los debates que tuvieron lugar. Y sin embargo, o yo no me enterado de respuestas contundentes por parte de quienes promovieron esta reforma a desplegados bastante bien planteados como el famoso de los "32 puntos para oponerse a la Reforma Educativa", de la revista Emeequis, y otros que han surgido por ahí.
Sé que no se está violentando el art. 14 Constitucional, sé que es un mito gigante que esta reforma automáticamente 'privatiza' y conduce al cobro legal de cuotas en las escuelas públicas. Y sin embargo, ya me cansé de defender cosas que, en última instancia, no son mi rollo. En otras palabras y que se entienda bien:
Estimados priístas, los ciudadanos de a pie que consideramos que algunos puntos de sus reformas propuestas son dignos de permanecer y ser defendidos, estamos hasta la puta madre de tratar de defenderlos. Nosotros no les vamos a hacer su chamba. Pendejos.
Otra cuestión es: la vía para oponerse a dichas reformas NO necesariamente es la protesta en la calle. Esa es la vía que afecta a ciudadanos que no tienen nada qué ver, esa es la vía que induce a confrontaciones, y esa es la vía que, a todas luces, pretende la creación de mártires para justificar un movimiento.
¿Cómo que no es la única vía? Pues no. No lo es. Tres puntos muy rápidos.
1. ¿Por qué las reformas pasaron en ambas cámaras? Por el Pacto por México, que hermanó a PRI - PAN y una parte del PRD en estas reformas. Aunque, cabe decir que, al final, una buena parte las aprobaron PRI y PAN solitos.
2. ¿Qué le faltó tener a los opositores a las reformas? Legisladores. Y esto no se debió a los tan canturreados fraudes electorales. Si a la izquierda mexicana le faltan legisladores, no es por fraudes. Léanme bien: NI LA ELECCIÓN DE DIPUTADOS FEDERALES NI LA DE SENADORES, DURANTE EL AÑO 2012, FUERON IMPUGNADAS. Fuera de impugnaciones menores de forma y no de fondo, LA ELECCIÓN DE LEGISLADORES FUE LEGAL Y ACEPTADA POR TODOS LOS PARTIDOS.
¿De qué se quejan, entonces?
Claro, si la obsesión porque Andrés Manuel López Obrador fuera presidente no les hubiera ocupado la enorme mayoría de los esfuerzos humanos y monetarios que invirtieron durante el 2012, tal vez hubiesen podido intentar conducir algunos de esos esfuerzos a aumentar el número de legisladores. Pero no, lo ÚNICO relevante era que el tlatoani llegara al trono. Y he ahí los resultados.
Señoras y señores, las reformas se logran en las urnas, y teniendo legisladores para hacerlas. Si en lugar de estar ahorita jugando al revolucionario de bolsillo, se pusieran a trabajar en educar, en construir conciencia ciudadana en todos los lugares de México, podrían aspirar a tener una cámara mayoritariamente opositora, de corte de izquierda, en el 2015, en una fecha en la que, aún con las reformas ya aprobadas, casi ninguna de estas estará operando plenamente. Es decir que, esos derechos tan proclamados de los trabajadores de la educación, no se verán afectados hasta dentro de 5 ó 6 años, y eso con muchos trabajos. ¿Por qué entonces no optar por la vía de lograr legisladores?
Porque, si el pueblo, el gran pueblo mexicano, está TAN molesto, no tendrán ningún problema para lograr una mayoría arrolladora en ambas cámaras en el 2015, y derogar todas las reformas llevadas a cabo, antes de que logren afectar siquiera al 5% de los que -dicen- se verán afectados. Y esto se lograría:
a) Sin afectar a los ciudadanos de la Ciudad de México.
b) Sin arriesgar a los maestros a enfrentamientos con la policía o fuerzas del orden.
c) Sin afectar las labores escolares de los niños.
A menos que, claro... no tengan a tanto pueblo de su lado como dicen.
Aún me falta qué decir, pero el tiempo no me da. Con esto me quedo por ahora, para la reflexión.
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