Metro, calles, ese asfalto de la vergüenza que nos acompaña en esta y tantas ciudades del país, que es una burla en tonos de gris oscuro y golpe seco.
Es taxímetro que avanza y nos metaforiza ese costo de todo tiempo, de todo trayecto, de toda comodidad. El costo de llegar a abrazar y a recobrar el sentido en un sólo beso, en una sola mirada, en una voz infantil.
Costos.
Somos nuestro propio saldo, al final del día.
1 comment:
El tiempo siempre ha sido dinero, y es justo pagar por tener una vida más cómoda.
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